El arte es una forma de expresión, de emoción, que sirve para conectar con los demás seres humanos, para hacerles sentir eso mismo que el artista siente cuando crea la obra. Es entretenimiento en muchas ocasiones, pero también va mucho más allá de eso. El auténtico arte, el que nace de las entrañas de un verdadero artista, traspasa su propio tiempo y lugar para convertirse en una obra universal, legado que las futuras generaciones aprovecharán para entender mucho mejor la evolución dela propia cultura. Sin embargo, el arte no está hecho para cualquier, y no todos son capaces de entender las numerosas capas de significado que se esconden en un buen libro, una película compleja o un cuadro interesante. Si le das el Ulises de Joyce a alguien que no suele leer mucho, seguramente le parezca un tostón.
Se puede disfrutar del arte de muchas formas distintas, pero para entenderlo de verdad, para conocer todos sus significados y llegar a su mismo centro, a su auténtica esencia, hace falta tener en cuenta numerosos conceptos y sobretodo, poseer mucha información no solo sobre la obra, sino también sobre el autor, el contexto, el estilo… Todo ello incide de forma determinante en el propio significado de la obra, sea un cuadro, una canción o una escultura. Está claro que no todos podemos tener una carrera en Historia del Arte, o conocer los secretos de la armonía, los ritmos y el contrapunto, pero sin llegar a datos tan técnicos, sí que hay ciertas informaciones que son imprescindibles para entender mucho mejor lo que significa una obra artística, siempre poniéndola en su contexto. Aquí te vamos a dar algunas claves para entender mucho mejor cualquier obra artística, sea del medio que sea.
Es lo más básico que debemos saber de una obra. Incluso sin conocer su título, que puede ser importante, pero no lo es tanto como saber quién la realizó, quien la creó y en qué momento lo hizo. La Gioconda no sería la misma si no fuera de Leonardo Da Vinci, y tampoco podemos ver igual una canción de Bob Dylan en los setenta que una actual, porque todo ha cambiado muchísimo. Dentro de un mismo estilo hay autores muy parecidos, pero está claro que conocer las diferencias entre ellos nos llevará a discernir mucho mejor el significado de la obra. Al fin y al cabo, cada obra artística es fruto de la creatividad, las emociones, las dudas y el trabajo de un autor concreto.
También es primordial conocer el contexto de una obra para dotarla de auténtico significado. Hoy por hoy se puede conocer a qué etapa corresponde una canción de los Beatles solo sabiendo el contexto y escuchando la letra. Hay temas que son un reflejo directo de la época en la que se vive, como por ejemplo, el nacimiento del movimiento hippie y del amor libre. Las tendencias de cada momento afectan al arte, como negocio que es. Las diferentes modas también tienen un poder muy definitoria a la hora de explicar una obra, porque no es lo mismo un cuadro vanguardista de principios del siglo XX que uno renacentista, incluso cuando traten sobre el mismo tema o expongan una misma situación o emoción. El contexto, el tiempo en el que se crea la obra y la tendencia a la que se adscribe, nos aporta información imprescindible para entenderla.
El arte está en constante evolución y siempre hay nuevas figuras que se fijan, de manera inconsciente a veces, en lo que han hecho sus antecesores, los grandes maestros. La influencia de Leonardo o Miguel Ángel se hizo patente durante todo el Renacimiento, y la delos Beatles se ha eternizado desde su disolución, suponiendo un punto clave para la música popular contemporánea. Cualquier obra de arte suele beber de otra anterior, incluso las más rupturistas, que toman como influencia otras obras a las que quieren dar una vuelta de tuerca. Algunos artistas se niegan a dejar entrever sus influencias, pero la mayoría las acoge con gusto y placer, e incluso disfrutan de ser comparados con aquellos que tanto les han influenciado en su manera de entender el arte y crearlo.
Toda obra de arte alude a un concepto, a un tema, a un sentimiento. Puede ser algo muy complejo y abstracto, como el propio sentido de la vida, o la manera en la que nos enfrentamos al paso del tiempo, o también puede ser algo tan sencillo como reflejar la belleza de un momento cotidiano en un cuadro, por ejemplo. Normalmente, el arte más complejo suele llevar diferentes capaz de significado, para que pueda interpretarse de una manera diferente. Las películas de Pixar, consideradas como obras maestras del cine por muchos, tienen esa estructura, permitiendo que las disfruten los niños, pero también los adultos, introduciendo temas profundos de una forma muy interesante, y con diversas interpretaciones para cada cual que las vea, porque al final el observador tiene su propio contexto, su propia visión del mundo.
Por último, también es importante entender que hay muchas obras artísticas sobre el mismo tema, el desamor por ejemplo, pero no es lo mismo plasmarlo en una película como 500 Días Juntos que en una canción romántica, o en un precioso cuadro que proyecte más los sentimientos de forma abstracta que de forma directa, como se hace en otras artes. Cada disciplina, cada medio artístico, tiene sus propios códigos, y aunque en casi todos se cuenta una historia o se habla sobre un concepto determinado y específico, las obras se deben entender dentro de ese medio para conocer sus posibilidades y las decisiones del autor para darle esa forma y ese contenido.